domingo, 21 de diciembre de 2014

Resto del nombre.

No es mi casa.
No es mi tierra.
No son mis olores.
No son mis sonidos.
No es mi ventana.
Ni es la misma luz la que baña mis cosas (que si son mis cosas).

No soy la misma, soy otra.
Tengo miedo.
(Temo).

Y una vaga, cuasi convicción: lo que no quiero ser.
Donde no quiero estar.

Intento desmaterializarme de mi nombre primitivo,
romperlo hasta que sus partículas vuelen por el aire
e iluminadas por el sol, tornen sus tonalidades grisáceas
en nuevos colores de vivos vientos.

Reconstruir-el nombre-desmaterializado.
Romperlo.
Destruir los enlaces primitivos entre vocales y consonantes.

O dejarlo.

Liberarlo.
Volverlo otro.

Crear
pintar
cantar
llorar

¡Gritar!
Bailar.

Amar.