jueves, 29 de diciembre de 2011



Padre (polifacético) e hijo (bálsamo multicolor) fallecen en las madrugadas sin costas.

Además, mas. (Y otras cosas).

"Todo mi cuerpo se ha endurecido y se ha cerrado,
se ha vuelto cueva y allí descansa un chiquito.
Como un animal que ha comido, también descanso.
¿Volverá él también como un sonámbulo,
a buscar el hueco vacío en que anidó?"
A.P.

Entre los libros, tres asoman anhelantes, con las marcas personales del naufragio: Baudelaire y sus flores enfermizas y Rimbaud con todo lo que tuvo para decir en sus dos fantasmas.
Paradojicamente enmarañada, sobre aquella amalgama neurótica, levitan dos plazas y media vestidas de carmín.
Cuando bajé del Belgrano con mi Single II cargada, todo parecía listo para disparar.
(“Pabellón Tres Arquitectura y Diseño”)
Además están los sueños.
Además está el baúl mnémico.
Además esta la infancia.
Además está la poesía.
Además están las palabras-cuchillos.
Además están los brazos.
Además está la ausencia.
Además está el silencio.
Además están los sapos en cuello.
Además estoy yo.
Yo.
Estoy.
Además.
Además está Ricardo.
Además está Sebastián.
Además está el amor.
Además están las nubes; que además ya vuelven a tener formas.

"Por eso cada palabra dice lo que dice.
Y además mas.
Y otra cosa"

La mortalidad comenzó desde aquel primer segundo,
con el espermatozoide mas fuerte,
sobre el óvulo fecundo.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Quinto día libre de nicotina.
Un kilo por día.
Soy un cerdo.
Dieta o ropa nueva. No me sobra un cobre ni para la dieta, ni para la pilcha.
“Vendé un par de cosas”, dijo Mary.
Solo tengo libros –nienpedos-
La inflación tira, tira para arriba, tira.
Los subsidios bajan, el transporte aumenta.
La inseguridad es una sensación y la soja es un YUYITO.
El alquiler se fue al carajo, luz, gas, agua, MUNICIPAL, municipal. Todo en alza.
“Relajá”, dice mi terapeuta.
Debería hacer algo mas para modificar mi situación, la amputación del eterno malestar
(mientras Flora se  relame la boca, marcada desde la mesa).
A la mitad. Todo. Siempre.
MDM.
El SDM se me caga de risa.
El súper es misión imposible.
El nutricionista pide bis.
Me garcan desde arriba de un puente (seis años de no aprendizaje-desarrollo).
La cometa está imposible, de la navidad, ni hablar –mejor-.
“Relajá”, dice mi terapeuta.
No. Olvidate.
Olvidate de los subsidios.
El SAC es un chiste.
La Garrote está picante (pobres pibes).
Se oyen explosiones y no es el Parque de la Costa.
La poesía aúlla de inanición.
Pobres pibes.
Todo bien Piaget, pero los pibes tienen hambre.
“Relajá”, dice mi terapeuta, “es la vida que te tocó”.
Soy una amalgama de percepciones en carne viva.
Amo mis ojos sorprendentes. (“¿Qué es lo que importa en una acción, su fondo o su forma?) Pobre pelotudo, Barreda.
Voy familiarizándome con mi enfermedad, acaricio su rostro, me aburro del exterior.
“Relajá, son demasiadas exigencias a la vez”

Genios, buenos servidores. Malos amos.

Mi bolsillo es más profundo que tu gracia
y calcular tu moción puede llevarme la vida
(a un corazón que no puede cumplir más promesas ya).

Yo te saqué un día de allí
y me encadené.
Te obedecí hasta donde pude,
mi genio amor.

Te pude apartar de mi corazón
en otro crimen más
y me alejé de tu seducción
y tu dulce voz.