jueves, 28 de octubre de 2010

Alejandra Pizarnik; Los perturbados entre lilas.

“Lo malo de la vida es que no es lo que creemos pero tampoco lo contrario.
Si viera un perro muerto me moriría de orfandad pensando en las caricias que recibió. Los perros son como la muerte: quieren huesos. Los perros comen huesos. En cuanto a la muerte, si dudas se entretiene tallándolos en forma de lapiceras, de cucharitas, de cortapapeles, de tenedores, de ceniceros.
Si, la muerte talla huesos en tanto el silencio es de oro y la palabra de plata.
Yo, la triciclista, soy una metafísica en la sombra. La sombra, ella está aquí. Día de sal volcada. Día de espejos rotos.
Yo estaba por encontrar un pequeño lugar solitario, propicio para vivir. Soy una mendiga de tregua. Esta vez la sombra vino a la tarde, y no como siempre por la noche. Y yo ya no encuentro un nombre para esto. Y ahora ¿Qué hacemos aquí? Indefinidos, desposeídos, imbéciles. Nos desmoronamos en forma anodina. Nuestra condición es tan funesta que ni siquiera puede haber duelo.
Voces, rumores, sombras, cantos de ahogado: no se si son signos o una tortura. Alguien demora en el jardín el paso del tiempo. Y las criaturas del otoño abandonadas al silencio.
‎Yo estaba predestinada a nombrar las cosas con nombres esenciales. Yo ya no existo, y lo se; lo que no se es que vive en lugar mío. Pierdo la razón si hablo, pierdo los años si callo. Un viento violento arrasó con todo. Y no haber sabido hablar por todos aquellos que olvidaron el canto.
¿No eras el ausente? ¿No anunciaste que eras el ido?."

Julio/Agosto de 1969

domingo, 10 de octubre de 2010

Amnesia.

“La asfixiada ama la ausencia del aire. Memorias de una náufraga.
Sueños de una náufraga.
Qué puede soñar una náufraga
sino que acaricia las arenas de la orilla"A.P.


Cicatrices en la carne,
marcas en la piel,
vestigios en la sangre,
versos cadavéricos;
mientras se bifurcan los años.



En las noches amnésicas, el cuchillo de la memoria juguetea entre sus venas: hurga entre tuberías espesas, ásperas, ácidas.
Las roza.
Les susurra al oído su canción de cuna mejor.
Las congela de hiel.
Las acaricia,
y se va.



9/10/2010




¿Masacrar las Quinientas cuatro Horas?

“Alba y niño cayeron en lo hondo del bosque.
Al despertar era el mediodía” A. R.

Más, ¿Quién pudiera acaso asesinar (a) los minutos, descuartizar (a) los segundos y triturar (a) las centésimas; sin desperdiciar un sorbo de niñez?
Yo.
Solo Yo.

15/9/2010

sábado, 9 de octubre de 2010

Levarte mi gran ancla

“La Muerte sin lágrimas, nuestra niña activa y sirviente,
un Amor desesperado y un bonito Crimen,
barrean en el fango de la calle” A. R.


-Un portero eléctrico.
-Unas cuantas preguntas.
-Una mascara verde.
-Quince minutos de inconciencia.
-Y un sueño interminable
El tiempo fue una Daga Feroz:
Atravesó Carne Azul, lamió Tuberías de Hiel y vomitó Mares Negros.
-Una dicroica encegueció las pupilas.
-A unas líneas de distancia, tu embarcación.


14/9/2010

Metamorfosis

"La Muerte sin lágrimas, nuestra niña activa y sirvienta,
un Amor desesperado y un Bonito Crimen
barrean en el fango de la calle" A.R.


Posiblemente sea ésta la melodía inesperada.

Hoy se rompe el trimestre: como la melodía, hace su aparición.
Como la magia, como todo lo eterno.
Tomé tus venas, tu columna, tu sistema nervioso y lo elevé de la finitud.
Hoy se rompe el trimestre.
Hoy, sus quinientas cuatro horas destruyen la barrera del sonido.
Como un cáncer, hiciste metástasis en mí.
Putrefacto, te llevo en la carne revuelta por el cuchillo extirpador.
¿En qué momento abandoné a la niña para convertirme en asesina?

8/9/2010

Espejismo

"A mi que perdí la cordura, que estoy condenada, que estoy
muerta para el mundo -¡no me matarán mas!"
Arthur Rimbaud, Delirio I, Virgen Loca.


Hace ciento veinte horas que le conocí el rostro a la muerte.
Miré sus ojos cristalizados de terror.
Observé su rostro escuálido, la piel pegada a sus pómulos, reseca de palidez.
Y me miró.
Y la injurié fríamente, y le escupí la cara.

28/7/2010