"A mi que perdí la cordura, que estoy condenada, que estoy
muerta para el mundo -¡no me matarán mas!"
Arthur Rimbaud, Delirio I, Virgen Loca.
Hace ciento veinte horas que le conocí el rostro a la muerte.
Miré sus ojos cristalizados de terror.
Observé su rostro escuálido, la piel pegada a sus pómulos, reseca de palidez.
Y me miró.
Y la injurié fríamente, y le escupí la cara.
28/7/2010
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