viernes, 7 de enero de 2011

Ella y su cadáver exquisito

“Le cadavre exquis boira le vin nouveau”
A.B.
“Donde estabas cuando pasó lo que pasó?
Hablándote al espejo solo.”
A.P.


Jueves 30 de Diciembre; madrugada.
Insectos rectilíneos muriendo en el parabrisas.
-¿Hoy vendrá? (La muerte, me pregunto); la siento llegar, me arreglo la ropa, me acomodo el pelo, le doy la bienvenida.
-Desde la banquina, exhibe en mil repeticiones sus tripas carmesí.
(Cabezas me sonríen desde la línea blanca. A mi derecha)
-En la ruta volví a encontrarle formas a las nubes bajas (había una pareja de cerdos fornicando)

-Sueños recurrentes traen la muerte hasta mis dos y media vestida de carmín: anoche encontré un cadáver a orillas del mar: cuando desperté, dormía en igual posición que él a mi encuentro.
En las orillas del mar.
Sobre las rocas, encontré un cadáver claramente masculino, de espaldas amplias y piernas prominentes. El agua, freudiana, impía y cortesana, lamía su putrefacción.
Cuando desperté estaba en su misma posición post mortem: torso desnudo, de espaldas, brazos a los laterales, piernas separadas.
Sonreí.

30/12/2010-2/1/2011



1 comentario:

SACHA dijo...

nos atraen el mismo tipo de palabras!