miércoles, 23 de marzo de 2011

A las Quinientas Cuatro horas.

"Un día después, después de vos,
crucé los dedos.
La barca pasó, y el río quedó,
al fin quieto"
C.A.S.

Perlas en tu almohada
(voyeur de mis guerras).
Abrazos estériles
te arrojan hacia mí
en las noches donde jugamos
a los desmemoriados.

(Mi mejor obra, mi mayor acto de bien, fue la interrumpida.
Fue la aniquilada)

Cuando te desintegré
atravesé la garganta
de la poesía
con la britba del odio
de tu padre.

El día que te sepulté hiciste una pregunta estúpida (¿Yo que hice?)

Sueño de río revuelto
y zapatos extraviados.
Rocas cediendo en el lodo
hacia la pendiente del caos.

Las nauseas ceden (apenas) cuando pienso que entenderás.
Entenderás,
porque no estás aquí
asfixiándote
con el monóxido de la mentira
y el dolor.

Bálsamo multicolor,
te veo en cada vuelo.
Perros mastican mis vísceras
sus hocicos negros derraman
salivas rojas,
hilados de mantas deshabitadas.


Las paredes reflejan el eco de tu bramido furioso.
Pero por mi ventana ingresa el sol.
Los adoquines escupen el odio de tus pasos secos.
Pero por mi ventana ingresa el sol.
Tus pulmones arrojan sus psico-gritos incesantes.
Pero por mi ventana ingresa el sol.
Tus brazos son tentáculos estériles.
Pero por mi ventana ingresa el sol.
Tus ojos cargan con el misterio putrefacto.
Pero por mi ventana ingresa el sol.
Tus manos son garras anhelantes.
Pero por mi ventana ingresa el sol.
Tus palabras son violencia-cuchillos.
Pero por mi ventana ingresa el sol.
Nuestro bálsamo multicolor fue la cumbre de la poesía.
Pero por mi ventana ingresa el sol.


Mayo 2010, Marzo 2011.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantó! Qué cantidad de imágenes me hiciste ver!
Cargado de sentimientos está el escrito. Felicidades!
Voy a volver por acá.

Soledad Astier dijo...

Hola T, un placer recibirte.
Gracias por pasar.
Saludos!