sábado, 9 de abril de 2011

Flight 25

I

-Un discapacitado pulmonar listeneando cumbia a orillas del río.
-Una turista conchuda con sombrero beige.
-1/4 de azúcar en la baldosa junto al banco.
-Un grito desesperado
(¿Es un grito?)
-Una lancha equivalente a uno de mis riñones
(El inútil).
-Un cuadrillé sentado sobre el banco
-Las aguas subiendo
Subiendo…subiendo…subiendo…
-Un velero con vela extremadamente grande y abierta se tambalea en medio del Luján.
Dos salvavidas de Artaud.
-El blister por la mitad.
20 gramos tibios.
Mas acá el agua.
Más allá, nada.
Mas acá, vos.
Más allá, tu bramido.


II

Cuello.
Boca.
Manos.
Dedos.
Labios.
Lengua.
Tren.
Detrás, lo demás.
El cadáver de tu beso
sobre las cenizas de mi infancia.
Lobo suelto (cordero atado).
Las tetas del gato del 60
Y la erección del anciano.
Mucho taco y poca piedra Pomex.
Detrás, lo demás.

Bálsamo multicolor,
te veo en cada vuelo.
Perros mastican mis vísceras
sus hocicos negros derraman
salivas carmesí
e hilos de mantas deshabitadas.

 
Unos testículos cobran vida.
Les nacen ojos-lunares, se hinchan, crecen, me asfixian, me comen
(tienen una gran mandíbula gris).
Tragan mi cuerpo pero no cesan de crecer.
Luego ocupan toda la cama. La habitación. La casa.
Estallan salpicando todo el canal,
que rebalsa de agua putrefacta
e inunda las calles
y los edificios

III

L.T.
Vibración.
        Vibra.
Proviene del lateral izquierdo.
        Lo siento.
            Lo veo de reojo.
                Lo oigo.
La vibración aumenta. Toca mis dedos, repercute en mis manos, mis uñas vibran, mis brazos vibran, mi pecho vibra, mi vientre vibra, mi pelvis vibra, mi clítoris vibra, mis piernas lo hacen también.
Vibración en aumento, no llego, no alcanzo a detenerlo.
Todo vibra.
La cama vibra, la habitación vibra, las puertas del placard vibran, la puerta de la habitación lo hace también. Incesante, todo vibra y sacude los muebles, me sacude, sacude mi cabeza, que vibra, con la vibración.
La casa se mueve, la cama se mueve, mi cuerpo se mueve.
Pronto todo cae en un gran pozo azul.
La casa cae.
Cae el placard.
Caen los muebles (la cajonera pierde sus eslabones negros).
Cae la cama.
Cae el techo sobre mí.
Caigo yo.
Yo.
Caigo.
¡AGUA!
Es de día.
La pantalla boca arriba escupe: “llamada perdida. Número bloqueado. 3.18”

Enero, Abril 2011





2 comentarios:

SACHA dijo...

LA AVENTURA DE LA POESIA
SE HA SINDICALIZADO
CON LAS HUESTES
DE UN DOMINGO FRIO Y NUBLADO
CUANDO EL HUMO DE LOS QUE QUE QUEMAN
BASURA LLEGA A TU OSCURA COCINA DONDE TOMAS LOS ULTIMOS MATES

Soledad Astier dijo...

Cuidado.
En ésta casa, los mates se toman en la cama...