lunes, 25 de julio de 2011

Almuerzo.

Bandeja de plata.
Destellos.
Cuento hasta tres.
Blanco Oriental.
Seríamos tres.
Blanco Oriental.
Las líneas están formadas por puntos.
Blanco Oriental.
El espejo se desploma en mi cabeza.
Blanco Oriental.
Mis rodillas rompen la cerámica.
Blanco Oriental.
Se agrieta el suelo.
Blanco Oriental.
Caigo en el túnel.
Blanco Oriental.
Mi nuca redobla como la murga de Canal.
Blanco Oriental.
Mis encías se adormecen como los brazos de Eduardo.
Blanco Oriental.
Mi lengua es el feriado de Hiroshima.
Blanco Oriental.
Mis uñas acaudalan víveres.
Blanco Oriental.
Dos testículos me saludan.
Blanco Oriental.
Sudo.
Blanco Oriental.
La bañera me acuna.
Blanco Oriental.
El aire quema.
Blanco Oriental.
Gabriel ríe.
Blanco Oriental.

Hoy me desnudé de Blanco Oriental.
G:-¿Sabés por qué las mujeres se casan de blanco?
S:-Si G.
G:-…

2 comentarios:

María Julia Torres dijo...

Me encanta, soledad. Una línea blanca que va marcando el paso a las sensasiones y a la visual, una auténtica imagen poética. Es un gusto.

Soledad Astier dijo...

Gracias Señora.
Gracias por pasar.
Por mirar.
Por ver.
Por detenerse ante esta puera, e ingresar.
Abrazole.