jueves, 6 de febrero de 2014

Des-encuentro.

Hay un claro de bosque

donde los cuerpos-palabras danzan
y el silencio arremolina.

Los cascabeles relinchan,
los dientes relucen violáceos de almidón,
las bocas naufragan en espaldas desiertas,
cuentan estrellas salpicadas en la piel
ríen y se esfuman entre ventanales de enero.


En el lugar donde los cuerpos-palabras

levitan
se enlazan
y segregan

enhebro una trenza en tu brillante y negra cabellera.

No hay comentarios: