"Y mojar mi voz en agua con sal".
Puedo salvarme de él
de su hijo muerto
de sus miedos
de memorias y cadáveres
si exagero hasta poder tocarlo
hasta el terror y el vómito
el enorme asco que obtengo
de escuchar,
de leer sus palabras-cuchillos.
"Yo se bien donde voy
cuando enciendo mi luz.
Yo se bien donde vas
cuando enciendes tu luz".
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